A
continuación presento la introducción del trabajo de investigación que realicé para
optar por el título de Licenciado en Teología en la Universidad de San
Buenaventura de Bogotá. Si alguien está
interesado en el documento completo, puede consultarlo en la biblioteca de la
Universidad.
Este
trabajo nació como producto de una inquietud, una inconformidad y una
curiosidad. La inquietud fue sembrada hace cuatro años por un profesor de
teología cuando, en una clase, hablando de los intrincados discursos
teológicos, se preguntaba si no sería más útil preocuparse por la forma como el
pueblo lee la acción de Dios en su vida. Preguntó concretamente: “¿Qué teología
hay detrás de una canción de Diomedes Díaz?, por ejemplo”. La inconformidad, en
la misma línea de lo anterior, surgió al ver tantos y tantos trabajos
monográficos arrinconados en los anaqueles de las bibliotecas que hacen
valiosos discursos teológicos, pero están desconectados de la realidad actual.
Se vio la necesidad de hacer un trabajo más práctico que le diga algo a la
gente en su propio lenguaje. Eso no asegura que no termine también arrinconado
en una biblioteca, pero por lo menos deja abierta la posibilidad de darle una
aplicación pastoral concreta.
La
curiosidad brotó de la escucha asidua del programa radial Historia del mundo, de la catedrática Diana Uribe. Ella demuestra
que es posible contar la historia de una manera amena y atrayente, y, para
ello, se vale incluso de la música; música que habla de la realidad y
constituye un registro fonográfico de lo que acontece en la historia humana.
¿No sería posible hacer una teología narrada que también sea atrayente,
valiéndose incluso de la música? Ése es el fin último de este trabajo: sentar
las bases para la elaboración de una teología narrada por medio del lenguaje
del pueblo. Pero, como el objetivo es muy ambicioso para un trabajo de grado,
se limitará a comenzar por el final: plantear la posibilidad de una lectura
teológica de la música popular.
Con
frecuencia las canciones que se escuchan en los medios de comunicación, en las
fiestas y, en general, en los ambientes populares, públicos o privados, aluden
a temas religiosos, tales como la fe, el cielo, el pecado, la Virgen , los santos y un
sinnúmero de imágenes de Dios. Lo que llama la atención es que la mayoría de
esas canciones no son estrictamente religiosas, es decir, no están hechas con
propósitos religiosos, proselitistas o litúrgicos. Se trata de “música
profana”, esto es, canciones que hablan de las cosas cotidianas de la vida.
Esto sucede con casi todos los géneros musicales tradicionales de Colombia:
bambuco, cumbia, joropo, carranguera, vallenato,..., pero también con los
ritmos modernos importados: salsa, balada, pop, rock, reggaeton.
Dado
que la música es una de las principales formas de manifestación cultural de los
pueblos, esto hace pensar que la cultura popular colombiana está fuertemente
impregnada de religiosidad, lo cual es natural debido a la raigambre católica
de este país. Una mirada atenta a estas canciones permite notar que tales
alusiones son más que simples referencias casuales y marginales a los temas
religiosos; en realidad, expresan profusamente las imágenes que el pueblo
colombiano ha elaborado sobre Dios y dejan entrever un conjunto de contenidos
teológicos subyacentes que valdría la pena identificar y describir con
precisión. Sin embargo, abordar toda la música popular colombiana seguiría
siendo demasiado amplio. Hubo necesidad de centrarse en un solo género y uno de
los más apropiados por su profusión de contenidos religiosos y aceptación
masiva en todo el país es el vallenato. Surgió entonces la pregunta: ¿Cómo
esbozar un perfil teológico de la música popular que se produce en Colombia, a
partir de los contenidos religiosos que se expresan en algunas de las canciones
del género musical vallenato producidas en Colombia durante las últimas tres
décadas?
La
ausencia de investigaciones precedentes en esta línea constituyó a la vez un
obstáculo y un reto. Un obstáculo porque no había muchos puntos concretos de
apoyo, excepto algunos ensayos hechos en Brasil y en Europa. Y un reto porque
implicaba un esfuerzo adicional de exploración y síntesis propia. Aunque es
evidente la influencia del elemento religioso en la música popular colombiana,
hasta ahora nadie se había dado a la tarea de analizar, clasificar,
sistematizar y sintetizar orgánicamente las canciones, para identificar las
imágenes de Dios y demás contenidos religiosos que el pueblo colombiano expresa
a través de ellas. Eso significa que hay una riqueza religiosa y teológica de
la cultura popular colombiana que está sin explorar y sin aprovechar.
Un
trabajo de esta naturaleza permitiría descubrir las categorías teológicas
subyacentes en la música popular colombiana, esbozar una matriz teológica para
la lectura de la misma y plantear una propuesta metodológica para su aplicación
pastoral a través de la propia música. Siendo éste un medio que goza de gran
aceptación entre todo tipo de personas y que impacta en alto grado la
conciencia individual y colectiva de la gente, podría ser muy eficaz como medio
de evangelización, catequesis y educación religiosa escolar en el contexto
sociocultural de este país. No obstante, el avance de la investigación mostró
la imposibilidad de abordar la aplicación pastoral por la extensión de esta
empresa, pero permitió dejar sentadas las bases para emprender esta labor en un
trabajo posterior, como se indica en las conclusiones de la investigación.
Fue
necesario definir muy bien desde el principio el marco teórico de la
investigación para no perder el rumbo. Al principio pareció conveniente
enmarcarla dentro de la teología fundamental, pero era algo muy amplio. Después
se pensó en ubicarla dentro del Misterio de Dios por aquello de las imágenes de
Dios que se fueron identificando, pero podría desviar la investigación hacia
las relaciones intra-trinitarias. Luego, se vio acertado situarla en el marco
de la religiosidad popular, pero sería fácil quedarse en el plano sociológico o
fenomenológico.
La
clave la dio el profesor y teólogo presbiteriano Carlos Eduardo Calvani, quien
en 2005 publicó un trabajo titulado “Teología y Música Popular Brasileña a
partir de Tillich” en el portal de publicaciones científicas de la Universidad Metodista
de Sao Paulo. Allí Calvani concluye que la teología de la cultura es un vasto
campo aún inexplorado, colmado de expresiones revelatorias que nos transmiten
los poetas y compositores, que con su sacerdocio y sus dones son capaces de
revelar la pequeñez y fragilidad humanas y nos motivan a enfrentar la
transitoriedad y a prestar atención a lo trascendente. Con ello se vio claro
que el ámbito de este trabajo era la teología de la cultura. Se tomó como punto
de referencia principal al teólogo y filósofo alemán nacionalizado
estadounidense Paul Tillich (1886 – 1965), cuyo tema principal es la
reconciliación entre ciencia y fe y entre cultura y religión.
El
trabajo se realizó en dos etapas. En primer lugar, por tratarse de un trabajo
sin antecedentes directos en el país, se impuso la necesidad de utilizar un
enfoque exploratorio-descriptivo para aproximarse al acervo de la música
popular en Colombia desde una visión panorámica. En segundo lugar, se recurrió
a una metodología analítico-inferencial que permitiera, a partir de los
hallazgos dentro del género musical vallenato de las últimas tres décadas,
identificar las categorías teológicas adecuadas para la lectura de la música
popular colombiana en general. Estas etapas se apoyaron en el método
empírico-trascendental propuesto por Bernard Lonergan (1904 – 1984), el cual
resultó adecuado por la concepción que tiene el pensador canadiense de la
teología como mediación entre religión y cultura.
A
continuación se presenta el informe final de la investigación organizado de la
siguiente manera: en primer lugar, el proyecto final presentado a la facultad
de teología. Luego, la descripción de cada uno de los capítulos en que se
distribuyó el informe final y , por último, las
conclusiones de la investigación, incluyendo los logros alcanzados, el balance
del trabajo realizado y las preguntas que quedan abiertas para futuras
investigaciones.
En el primer capítulo del informe final se presentan los presupuestos
hermenéuticos para la delimitación conceptual de la investigación. El
punto de partida para la adecuada comprensión de este estudio es la fijación de
los presupuestos hermenéuticos que orientaron las opciones que se hicieron a la
hora de elegir las fuentes, los autores, las líneas teológicas, los ámbitos
culturales y el enfoque metodológico, así como de seleccionar, clasificar,
interpretar y sistematizar los datos de la investigación. Es preciso definir con claridad
el sentido en el que se entendieron las categorías que constituyen el eje de la
investigación: pueblo, cultura, religión, teología, religiosidad popular,
música popular, teología popular. De igual forma, ubicar el contexto
histórico-cultural en el que se desarrolló el estudio, incluyendo el proceso de
gestación de la religiosidad popular en Colombia y la caracterización de la
música popular dentro del conjunto de las manifestaciones folclóricas
autóctonas. También es necesario analizar la existencia y legitimidad de la
teología popular, así como la viabilidad de una lectura teológica de la música
popular colombiana.
En el
segundo capítulo se presenta una síntesis de las imágenes de Dios y demás
contenidos religiosos de la música popular colombiana, particularmente dentro
del género vallenato. Estas imágenes sirvieron de referencia para emprender la
elaboración de la matriz teológica en el tercer capítulo. Aquí se habla de ‘imágenes’
antes que de ‘ideas’ o ‘conceptos’ de Dios, puesto que las imágenes son
múltiples y variadas, experienciales y emotivas; mientras que las ideas son
unívocas y abstractas, cognitivas y propias del lenguaje ilustrado.
El
tercer capítulo da el salto hacia lo analítico-inferencial para sentar las
bases de una construcción que permita intentar una lectura teológica de la
religiosidad popular, a partir de la música. Este esfuerzo implicó, en primer
lugar, fijar el telón de fondo para dicha construcción teológica, que se
inscribe en el ámbito del encuentro entre religión y cultura, siguiendo la
comprensión de Bernard Lonergan y Paul Tillich. En segundo lugar, resultó útil
tomar como referencia el uso del lenguaje simbólico en la Biblia con miras a expresar
en imágenes antropomórficas la comprensión de Dios en el pueblo israelita y la
iglesia naciente. La poesía hebrea, en particular, constituye el tercer momento
de este capítulo, toda vez que, por las características literarias que posee y
el substrato cultural y religioso que la anima, su exégesis y análisis
teológico suministró indicios importantes para una lectura semejante de la
música popular colombiana.
Luego,
se hizo el análisis de las letras de algunas de las canciones descritas en el
capítulo anterior, para descubrir las imágenes que constituyen el ‘patrón’ de
comprensión de lo religioso en el contexto cultural de la música vallenata, así
como los valores y actitudes correlacionados. Finalmente, todo lo anterior
permitió esbozar la matriz teológica que persigue esta investigación, para la
lectura de la música vallenata en primer término, pero también de la demás
música popular colombiana. Para ello, la matriz teológica propuesta no pretende
ser un modelo acabado y universal, pero sí un modelo de referencia a partir del
cual, una vez que se identifiquen las categorías teológicas específicas, se
pueda intentar la lectura de otros géneros populares.