jueves, abril 03, 2008

¿Qué es la filosofía y la teología para san Agustín?

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Lo primero que hay que decir es que filosofía y teología en san Agustín no se pueden comprender separadamente, como no se pueden comprender separadamente razón y fe, puesto que la verdad que busca el filósofo es Dios mismo, y esa verdad es revelada al hombre por el mismo Dios. En otras palabras, en la mente agustiniana la verdadera ciencia filosófica desemboca en la sabiduría cristiana.

En segundo lugar, los conceptos de filosofía y teología que maneja el santo no pueden leerse desde las categorías científicas que manejamos hoy, toda vez que responden a un contexto precientífico totalmente ajeno a nuestra comprensión actual.

¿Qué es la filosofía para san Agustín?

La filosofía de san Agustín no es una sistematización académica de conceptos abstractos, sino el reflejo vivo de su experiencia personal en el camino de la búsqueda de la verdad, siempre de la mano de su proceso de conversión. Agustín pensaba que era necesario entender para creer, pero se encontró con una realidad diferente: era necesario creer para entender[1]. El camino de la verdad es el mismo camino de la fe; por lo tanto, más que una filosofía orgánicamente elaborada, pensaba en una religión, en una vida. Su pensamiento está construido sobre un sistema de ideas básicas que son aplicadas invariablemente a la solución de problemas. Para el santo de Hipona la verdad filosófica es el camino de la inteligencia hacia Dios[2].

Francisco Moriones afirma que san Agustín creía, al escribir De Beata Vita y Soliloquia, que le era posible al hombre obtener un conocimiento perfecto de Dios, y así obtener la felicidad en este mundo. De ahí su insistencia en identificar la sabiduría con la felicidad, pues el deseo de alcanzarla es lo que motiva al hombre a conocer, y no la simple admiración de las cosas del mundo. Importan más los fines que los principios, el para qué que el por qué. Más tarde, al escribir De Trinitate y el Enchiridion, insistió en la parte preponderante y casi exclusiva que corresponde a la piedad, identificándola con la sabiduría, y ésta con el culto de Dios[3]. De la sabiduría filosófica creada, el verdadero filósofo asciende a la sabiduría increada, que es el Hijo de Dios[4].

Así pues, si la sabiduría es Dios, por quien fueron hechas todas las cosas, como lo mostró la autoridad divina y la verdad, el verdadero filósofo es el “amante” de la sabiduría, el “amante” de Dios[5].

San Agustín, al desarrollar sus categorías filosóficas, empleó fuentes clásicas y cristianas, dando preferencia siempre a la escuela neoplatónica, en la que se basó para desarrollar su teoría iluminista.

¿Qué es la teología para san Agustín?

San Agustín no se interesó por definir lo que es la teología ni establecer su estatuto científico, pero la lectura atenta de sus obras nos permite afirmar que él la entiende como un estudio contemplativo de los misterios aceptados por la fe[6], es decir, como un camino creyente de investigación de los misterios revelados. Una de las características sobresalientes de su teología es la unión de los conceptos de contemplación y estudio racional de la fe. La ciencia teológica digna de ese nombre es la ciencia dogmático-moral-ascética que debe conducir al hombre a la sabiduría cristiana, a la contemplación mística, al deleite de las cosas divinas.

Es misión de la teología investigar y exponer el designio salvífico universal de Dios con respecto al género humano. La religión cristiana es para san Agustín regalis liberandi via, el camino real de salvación para la humanidad[7]. Con el fin de exponer e ilustrar este designio divino, el obispo de Hipona construyó un discurso teológico propio, enriqueciéndolo con ideas muy personales según su experiencia.

La teología de san Agustín no es sólo teología de la mente, sino también teología del corazón. El método que caracteriza su teología es el método afectivo: “No se entra en la verdad sino por la caridad”[8]. Este método tiende a convencer al entendimiento de la necesidad de entrar en el camino que Dios trazó para salvar al hombre, pero se preocupa sobre todo de tocar el corazón para que nazca en él el amor de Dios, que nos amó primero.

En el itinerario de la mente hacia Dios a nivel sobrenatural de religión revelada el primer paso es la aceptación de la revelación por la fe[9]. No basta creer, es menester obrar. La fe, según Agustín, no es una adhesión fría y puramente intelectual a las verdades reveladas. La obediencia de fe que se debe a Dios es una entrega total y rendición suprema del alma al amor de Dios, demostrada en la observancia de los mandamientos; en otras palabras, como afirma Etienne Gilson “la fe agustiniana es simultáneamente adhesión del espíritu a la verdad sobrenatural y humilde abandono del hombre a la gracia de Dios”[10].

En suma, se podría afirmar que la teología agustiniana se construye sobre la adhesión plena a la autoridad de la fe, el deseo de alcanzar la inteligencia de la fe, la persuasión de la originalidad de la doctrina cristiana, el sentido profundo del misterio y la subordinación de la teología a la caridad.


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[1] Cf. Sermón 43,9
[2] Cf. ALESANCO REINARES, Tirso. Filosofía de san Agustín: síntesis de su pensamiento. Augustinus, Madrid, 2004. P. 11.
[3] Cf. Enchiridion 2, De Trinitate 14,1,1.
[4] Cf. De Beata Vita 4,34. Citado por MORIONES, Francisco. Teología de san Agustín. BAC, Madrid, 2004. P. 5.
[5] Cf. De Civitate Dei 8,1. Citado por LASANTA, Pedro y DEL OLMO, Rafael. Diccionario doctrinal de san Agustín. Edibesa, Madrid, 2003. P. 253.
[6] Cf. New Catholic Encyclopedia, Art. S. Augustine, New York, by O.J. Du Roy, col. 1052. Citado por MORIONES, Francisco. Espiritualidad Agustino Recoleta: carácter contemplativo del carisma agustiniano. Augustinus, Madrid, 1988. P. 189.
[7] Cf. De Civitate Dei 10,32,1; 10,22,2-3
[8] Ibid. 19,1,3
[9] Cf. De Utilitate credendi 13,29.
[10] GILSON, Etienne. Introduction a l’etude de S. Augustin, p. 37. Citado por MORIONES, Francisco. Espiritualidad Agustino Recoleta: carácter contemplativo del carisma agustiniano. Augustinus, Madrid, 1988. P. 187.


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Esta breve síntesis fue elaborada con la colaboración de los siguientes frailes:

Juan Pablo Martínez Peláez

Héctor Manuel Calderón Muñoz

Hugo Fernando Morales Ballesteros

8 comentarios:

  1. Anónimo5:16 a.m.

    Fray Javier,
    Habría que añadir que en esa preferencia de San Agustín por los neoplatónicos influyó el hecho de que aún no se conocían todos los escritos de Aristóteles, como la "Metafísica". Quién sabe adónde hubiera llegado ese gran Santo si la hubiera conocido.
    Una de las cosas que me atraen de San Agustín es su apertura a la verdad. Su búsqueda. Me parece una gran lección de honestidad intelectual muy necesaria siempre, pero sobretodo en la actualidad. Chesterton decía que el problema del hombre de hoy no es que no cree en nada, sino que cree en todo. Como San Agustín debemos aprender a no dar igual valor a todas las posturas, a buscar entre todas las opciones y quedarnos con la Mejor. (a ser más libres)
    Muchas gracias por su escrito. Me ha renovado las ganas de entrarle a la obra de este gran Santo. Y el dato de Gilson lo apunto. Lo desconocía.
    Un cordial saludo. Le pido que me encomiende
    Luis Gonzalo

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    1. Luis Gonzalo, me alegra sobremanera su interés por el pensamiento agustiniano y lo animo a estudiarlo a profundidad porque es uno de los pilares seguros sobre los que está edificada la sana doctrina católica.

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  2. Anónimo7:20 a.m.

    Un fraterno saludo. Espero nos siga ilustrando. Estoy interesado en la filosofía de san Agustín, pero no he encontrado en Venezuela una síntesis de su obra como la que usted reseña en su artículo.

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  3. Fray Javier:
    Muchas gracias por esta útil síntesis. Empiezo apenas a profundizar en la filosofía agustina porque estoy analizando una gramática del siglo XIX elaborada por unos agustinos, así que quiero comprender su ideología de fondo, lo que motivó a la creación de dicho texto. Un cordial saludo,

    Flor

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    1. Flor Angela, me alegra que estos apuntos hayan sido de utilidad para usted y la animo a buscar en los abundante medios virtuales con que contamos ahora para profundizar en estos estudios agustinianos.

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  4. Rodolfo, agradezco su comentario y me permito las siguientes observaciones:
    1. El título suena agresivo y eso no es constructivo para una discusión académica.
    2. Las directrices de los ancestros de Israel no son opuestas a las enseñanzas de Cristo, sino preparatorias y en vías de perfección.
    3. San Pablo no mutiló al cristianismo de nada; simplemente puso en categorías griegas y con pedagogia farisaica su propia experiencia con Cristo resucitado.
    4. La trascendencia humana no es el producto de ningún esfuerzo que usted o yo podamos realizar, sino un don de la gracia divina.

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  5. Estimado Hermano Javier: 1.Jaque Mate,significa llevar al contrincante a una posición indefendible,donde la única opción es aceptar que ha sido vencido. 2. La prueba de que las directrices ancestrales que sigue Israel son opuestas a las enseñanzas de Cristo, porque promueven la guerra contra los pueblos gentiles, la rapacidad, el crimen y el genocidio seria son rapaces. Son: las Leyes de la Guerra dictas por Moisés en el Deuteroonomio,la Ley del Talión, El Canto de Lamed,Compra a los hijos de los forasteros para que te sirvan Mata al que ofrezca sacrificios a otro dios que no sea Yahvé.(2Éxodo 22:19 y Deuteronomio 13, 6.). Cuando Yahvé vuestro Señor os conduzca a la tierra que debéis heredar, caerán ante vosotros numerosos pueblos… Cuando os los haya entregado en vuestras manos, debéis aplastarlos y destruirlos violentamente; no debéis hacer tratados, ni mostrar piedad con ellos… He aquí como debéis comportaros con estos pueblos: destruiréis sus altares y romperéis sus imágenes y talaréis sus bosques sagrados y quemaréis sus ídolos. Pues sois el pueblo santo para Yahvé vuestro Dios (Deuteronomio 7,1-7). Tus esclavos y esclavas, serán las gentes que están a tu alrededor. Podrás. También podrás dejarlos como herencia a tus hijos. (Levítico XXV, 44-46). 3. Sn Pablo, excluyo de su cristología, la vida y obra de Jesús narrada en los Evangelios, porque no lo conoció´ni era de su interés; ya que meta era convertir en religión universal de judíos y gentiles, el movimiento cristiano inicialmente laico, a fin de que los judíos seguidores de cristo siguieran siendo Israel, observando su ley y tradiciones ancestrales y los gentiles cristianos ayudaran a Israel a ser la principal de las naciones. La trascendencia humana se alcanza practicando las virtudes opuestas a nuestros defectos hasta alcanzar el perfil de humanidad perfecta (cero defectos) patente en Cristo, ya que a medida que nos perfeccionamos emergen las potencialidades ocultas en el fondo del alma.
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  6. No soy catolico, soy pastor presbiteriano, pero aun asi, tu articulo me esta ayudando mucho para un estudio que estoy elaborando. Saludos y bendiciones desde Merida, Yucatan, Mexico.

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