domingo, marzo 05, 2006

¿Fundó Jesús la Iglesia?


JESÚS, EL REINO Y LA IGLESIA

La posición de la Iglesia sobre este tema la encontramos claramente expresada en el capítulo 1 de la Constitución Dogmática Lumen Gentium, el cual trata sobre el misterio de la Iglesia. En resumen, sostiene el magisterio que es la voluntad del Padre que todos los hombres alcancen la salvación (LG 2); para ello envió a su Hijo al mundo, el cual “inauguró en la tierra el reino de los cielos” (LG 3). Este mismo numeral identifica a la Iglesia con el reino de Cristo, en tanto que es el Espíritu Santo el que la vivifica para que continúe su obra evangelizadora en el mundo (LG 4). La Iglesia afirma categóricamente que Cristo es el fundador de la Iglesia, en cuanto que él vino a anunciar el Reino, y la Iglesia “constituye en la tierra el germen y principio de este Reino” (LG 5b). Ahora bien, el Concilio reconoce a la Iglesia como el cuerpo místico de Cristo y afirma que ésta es la única Iglesia de Cristo, ..., una, santa, católica y apostólica” (LG 8b). Por último, sostiene que “Esta Iglesia, constituida y ordenada en este mundo como una sociedad, subsiste en la Iglesia católica, ..., aunque puedan encontrarse fuera de ella muchos elementos de santificación y de verdad” (LG 8c).

Teniendo en cuenta esto y apoyándonos además en los planteamientos de la Comisión Teológica Internacional, podemos decir que la Iglesia considera que Jesús vino al mundo para instaurar el Reino de Dios en orden a la salvación de los hombres, dominados por el pecado; que para hacerlo, se rodeo de gente a la que le anunció el evangelio y la preparó para continuar su anuncio; que a partir de la experiencia pascual y pentecostal, esta gente, guiada por el Espíritu Santo, se organizó y constituyó la Iglesia para el anuncio del Reino, que desde entonces es el mismo Cristo. Por lo tanto, Cristo quiso fundar la Iglesia en cuanto germen del Reino de Dios.

Por otra parte, hay quienes sostienen posiciones diversas sobre este tema. Podemos identificar tres tipos de posturas: clásica (los que sostienen que hay continuidad entre Cristo y la Iglesia), rupturista (los que afirman que hay discontinuidad entre Cristo y la Iglesia) y dialéctica (los que se inclinan por un diálogo entre las dos posiciones anteriores). Víctor Codina, por ejemplo, en su visión liberacionista, sostiene que Jesús ante todo vino a liberar al hombre de todo tipo de opresión; por lo tanto, la Iglesia es el lugar privilegiado de los pobres y Jesús es el fundamento (no el fundador) de la Iglesia. Carlos Ignacio González sostiene que antes que una institución con un origen concreto en Jesús, la Iglesia es una experiencia carismática que se autodescubre desde el conjunto de su actividad y enseñanza en el Nuevo Testamento. Por su parte, Alberto Parra establece una diferencia clara entre el Reino y la Iglesia, cuando habla de “lo absoluto del Reino y lo relativo de la Iglesia”. Con ello deja entrever que el Reino de Dios es una realidad más abarcante, pero aun así afirma que Cristo es fundador de la Iglesia en cuanto origen, quicio y fundamento histórico y no figurativo de la misma.

Yo pienso que Jesús, humanamente hablando, no intuyó las formas institucionales que ulteriormente habría de adoptar la Iglesia, pero sí quiso y estableció históricamente una estructura fundamental (los Doce, con Pedro a la cabeza) sobre la base de una experiencia carismática concreta en orden a establecer el reino de Dios en la tierra: justicia social, paz, amor, fraternidad. La iglesia que el fundó, es decir, las personas de las que se rodeó, no eran una estructura estática y anquilosada, sino una experiencia kerigmática y carismática, dinámica y en crecimiento, que se fue autodescubriendo y adaptando a las exigencias de los tiempos, guiada por el Espíritu Santo, hasta llegar a lo que hoy conocemos. Por lo tanto, Cristo sí quiso fundar la Iglesia, en el sentido fundacional que ya queda claro.

2 comentarios:

  1. la Fundación de la Iglesia es un tema no sólo apasionante sino que debe ser comprendido a la luz de lo que las Ciencia Bíblica nos ha ido dando. Nadie duda que Jesús es el fundador de la Iglesia, pero esto debe ser inteligido de modo contrario caemos en anacronismos y le quitamos la riqueza que posee este hecho que no se limita a un acto sino, como dice la Comisión teológica internacional, a muchos momentos de todo el acontecer de la vida de Jsús.

    Muchas gracias por colgar el artículo.

    te envío la dirección de mi blog: http://cenveda-pensandoenvozalta.blogspot.com/ Es un tanto más pastoral sin por eso quitarle lo teológico.

    Saludos desde Lima

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