lunes, febrero 27, 2006

De Plotino a san Agustín -Teoría iluminista


INTRODUCCIÓN

El objetivo del presente artículo es presentar una breve reseña del concepto de iluminación que maneja Plotino, y que sirve como punto de partida para entender el mismo concepto en San Agustín. Con frecuencia se oye hablar de que el obispo de Hipona es filosóficamente platónico, esto es, que tiene gran influencia de Platón; pero con la misma frecuencia se hace omisión de los aportes que los neoplatónicos, y en particular Plotino, hicieron para complementar y completar la teoría.

En efecto, el discípulo de Sócrates aportó su teoría de los dos mundos: El mundo “real” o mundo de las ideas, que es perfecto, inmutable, eterno, etc.; y el mundo sensible, que es una copia infiel del mundo de las ideas, por ser una mera sombra de aquel. El mundo sensible “participa” del mundo real de la misma manera que las cosas participan de la luz del sol. Sin embargo, Platón nunca explicó de qué manera opera esta participación; este es el gran vacío de su teoría, que vino a ser llenado por Plotino, quien explica dicha participación como una emanación del ser del Absoluto, que se da por etapas en un proceso ontológico y gnoseológico, como veremos en el desarrollo del trabajo.

San Agustín retomará luego los conceptos neoplatónicos de la iluminación, reemplazando la solución emanatista-panteísta por la creacionista propia del cristianismo, e interpretará la iluminación como una participación a imagen y semejanza de Dios, quien imprime en el alma humana las verdades eternas, como lo describe claramente el padre Pegueroles, según lo visto en clase.

1. PREÁMBULO

1.1 LA TEORÍA DEL CONOCIMIENTO

En esta parte se trata el tema del conocimiento de sí mismo, partiendo de Sócrates, personificado por Platón, pasando por Sexto Empírico y Porfirio, y desembocando en Plotino y San Agustín. Se sabe que Agustín leyó las Enéadas de Plotino y otras obras suyas, en tanto que apenas si leyó el Timeo de Platón. También leyó un texto aporético de Sexto Empírico, directamente o indirectamente a través de Plotino; de igual forma, se evidencia que debió leer o conocer textos de Porfirio, y se sabe que san Ambrosio influyó sobre él aun en sentido filosófico.

1.2 POTENCIA Y ACTO

Esta parte muestra la evolución de los términos potencia y acto, que usa Plotino para indicar la situación activa y no pasiva del alma, y que en san Agustín se enuentran como vida (vis) y acto (actus). Termina mencionando los cinco grados del alma desde san Agustín, a saber: animatio, sensus, ratio, virtus, animae in se ipsa.

1.3 TEORÍA DE LA ILUMINACIÓN

La teoría de la luz nació con Platón (el sol de las ideas), luego los neoplatónicos desarrollaron a partir de ahí la teoría completa del iluminismo y la emanación. Plotino trata el tema con abundancia en las Enéadas. Todos sus discípulos griegos y latinos recibieron su influencia, incluido san Agustín.

2.LA TEORÍA DE LA LUZ EN PLOTINO (LUZ SENSIBLE)

Para Plotino la luz es inmaterial: “La luz no se deriva de esta pequeña masa corpórea; esta masa tiene luz, no por ser un cuerpo, sino por ser un cuerpo luminoso, merced a una fuerza diferente, que no es corpórea”. Es esta una potencia con las siguientes propiedades:

a. Imposibilidad: ella es su propio medio de transmisión, no necesita del aire.
b. Indivisibilidad: no puede dividirse; si se coloca un obstáculo, se detiene, pero no se divide.
c. Inmediatez: la luz está simultáneamente en el foco que ilumina y en el objeto iluminado. De esta forma la luz queda ilocalizable, intemporal, situada fuera de las categorías con que la materia es pensada.

2.1 GRADOS DE LA LUZ

2.1.1 LUZ PRIMERA

Es la luz pura que subsiste en sí misma, que es principio de toda otra luz y de la cual ellas participan. Tiene tres propiedades: es simple, es decir, está desligada de toda forma y cuerpo sensible; radical, esto es, en raíz y principio de toda otra luz; y es inespacial, se distribuye toda ella en todos los cuerpos que participan de ella, pero permanece indivisible porque no tiene principio ni final. Finalmente, lo más importante, Plotino la describe como una “Dynamis” incorpórea y subsistente. En otras palabras, es la potencia productiva de toda otra luz.

2.1.2 LA LUZ PROPIA DEL CUERPO LUMINOSO

La luz que poseen los cuerpos luminosos es propia, es decir, forma parte de su sustancia, pero fue recibida por participación de la “luz primera”. Esta luz visible es producto de la actividad interna y vitalizante del cuerpo luminoso (acto), recibida de la potencia productiva de la “luz primera”. Plotino afirma que el ojo tiene una luz propia que es estimulada por la luz externa de los cuerpos luminosos, y que por lo tanto el ojo no es pasivo, sino que tiene una actividad, una vitalidad interior en orden a la visión.

2.1.3 LA LUZ COMO ACTIVIDAD DEL FOCO LUMINOSO

Una vez más se afirma que esta luz también es subsistente, a pesar de que depende del cuerpo luminoso que la irradia, por no estar contenida en ningún otro cuerpo. Es como una segunda actividad, proveniente de la anterior. Desde el punto de vista gnoseológico hay que decir una vez más que el proceso de iluminación no es una actividad pasiva, sino una actividad propia del ser que posee la visión. En conclusión; “la primera luz” se nos revela como una “puesta en el ser”; la “segunda”, como una “activación”; y la “tercera”, como una “visibilización”. Cada una de las luces recibe y produce, sin embargo, estos tres caracteres.

3. LA TEORÍA DE LA ILUMINACIÓN EN PLOTINO

3.1 LA ILUMINACIÓN EN GENERAL

Plotino considera la iluminación en dos sentidos: primero, como una “irradiación de luz”, y en este sentido indica la emanación del Alma y la Inteligencia a partir del Uno; segundo, como “poner a un ser en situación de dar luz”.

LUZ SENSIBLE

* Puesta en el ser
* Activación
* Visibilización

LUZ METAFÍSICA
* Emanación
* Vitalización
* Contemplación

3.2 EL UNO COMO PRINCIPIO DE LA INTELIGENCIA

Plotino le atribuye tres propiedades al Uno:

a. Estar más allá de toda esencia: es una realidad hasta tal punto subsistente que no necesita de ninguna determinación ontológica. Es una luz simple y trascendente a toda corporeidad.
b. Es inmóvil: esto no significa que no tenga vida, por el contrario implica tal cantidad de vida que no necesita moverse para engendrar todas las cosas.
c. Escapa a todo conocimiento: no piensa, esta función corresponde a la Inteligencia, que en la segunda Hipóstasis. El Uno posee la unidad perfecta entre la dualidad Inteligencia-Inteligible, por lo cual no necesita desdoblase para ejercer esta función.

3.3 LA ILUMINACIÓN DE LA INTELIGENCIA POR EL UNO

“La Inteligencia tiene en sí misma una luz propia, aunque no es la luz pura, sino más bien un ser iluminado hasta el fondo de su sustancia”.

“El Uno le proporciona la luz; él es luz. Es una luz simple que da a la Inteligencia el poder de ser lo que es”.

La Inteligencia es para Plotino una “vida que persiste en su identidad, una sustancia, una potencia múltiple y una actividad incesante”. Cuando el Uno se vuelve hacia sí mismo para contemplarse, entonces se descompone en dos términos, lo entendido y lo que entiende, y de esta manera surge la Inteligencia, la segunda Hipóstasis, dualidad en la unidad.

3.4 LA ILUMINACIÓN DEL ALMA POR LA INTELIGENCIA

El Alma (Universal) es porque es iluminada, y la iluminación es para ella una donación del ser. Es iluminada por la Inteligencia (Nous); junto con el ser, recibe también el dinamismo, la vitalidad. El Alma llega así a ser un intermediario entre el mundo sensible y el mundo inteligible. Participa a los seres inferiores la luz que recibe de la Inteligencia.

Por último, el Alma racional, así sea la universal como la individual, que recibe su ser, su vida y su inteligencia, del principio superior dotado de ser, vida y conocimiento propio.

3.5 LA ILUMINACIÓN DE LA NATURALEZA POR EL ALMA

Lugar pequeño le dedica el autor a la última fase del proceso ontológico y gnoseológico de la iluminación: se trata de la iluminación de los seres materiales por el Alma universal; en este caso ellos reciben pasivamente la luz del alma y por lo tanto no tienen subsistencia propia, sino que la reciben del mundo inteligible; en rigor no son seres, sino sombras de los seres verdaderos, que habitan el mundo de las ideas. Así como reciben el “ser”, también reciben la vida prestada del Alma, y también la inteligencia. En suma, los seres materiales no tienen ser, vida ni inteligibilidad propia: las tienen sí recibidas de las tres Hipóstasis superiores.

CONCLUSIONES

Analizadas las etapas del proceso emanatista concebido por Plotino para interpretar la participación del mundo sensible en el mundo platónico de las ideas, es evidente que la teoría agustiniana de la iluminación no es del todo original ni del todo platónica, sino que es el resultado de la aproximación de la doctrina cristiana a la filosofía idealista griega, aproximación en la cual Plotino juega un papel fundamental como puente.

También es de resaltar que Plotino no se queda en un plano puramente ontológico cuando intenta explicar la emanación de lo sensible a partir del Absoluto, sino que además le de un carácter gnoseológico y dinamista a dicho proceso. De ahí que no sería extraño encontrar una relación directa entre el “ser”, “vida” y “conocimiento”, que se dan por iluminación a partir del Uno en Plotino, y la certeza agustiniana de que “existo, vivo y conozco”.

BIBLIOGRAFÍA

SAN MIGUEL, José Ramón. DE PLOTINO A SAN AGUSTÍN: “El conocimiento en San Agustín y en el neoplatonismo”. Librería editorial Augustinus, Madrid, 1964.

2 comentarios:

  1. Anónimo8:21 a.m.

    hola me gusto tu blog, pero no explica el iluminismo de Agustín de Hipona.

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    1. Gracias por tu comentario. Tienes razón. Tal vez el título y la introducción llaman a confusión. El objetivo del artículo era comprender la teoría iluminista en Plotino. Sólo quise mencionar que a partir de ahí es más fácil comprender la teoría iluminista en san Agustín, pero ese tendrá que ser tema de un próximo artículo.

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